Egoitz Galartza Garaialde
Uno de los mayores problemas que padece la apicultura es causado por el ácaro Varroa destructor y por los virus que transmite: acorta la esperanza de vida de las abejas parasitadas, reduce la capacidad de pecoreo de la colonia, aumenta la mortalidad de las pecoreadoras. Todo ello genera un estrés nutricional impidiendo la renovación normal de las abejas de más edad por las jóvenes y bien alimentadas y provocando, como consecuencia, una disminución de la población y el colapso de la colonia en ultima instancia. La combinación insidiosa interactiva de mala nutrición, varroa y virus puede significar la muerte para una colonia. Y solucionar sólo uno de los problemas puede no ser suficiente para corregir los otros. La escasa supervivencia de las abejas estresadas por la varroa y la nutrición acelera el declive normal de la colonia.
Además, el problema de varroa viene agravado por la escasa eficacia de los tratamientos químicos y de la metodología para luchar contra este parásito. El ácaro se ha vuelto resistente a las moléculas masivamente utilizadas durante años y de este modo ha dejado sin alternativa eficaz a los apicultores.
Sin embargo, si observamos al huésped natural de varroa, la abeja Apis cerana, veremos que tiene diferentes mecanismos de resistencia contra el ácaro que permiten la coexistencia con el parásito:
- La reproducción de varroa es estrictamente estacional, cuando hay zánganos.
- La cría parasitada de obreras es retirada.
- Tienen un alto grado de comportamiento de limpieza (grooming).
- Si las colonias se parasitan en exceso las obreras junto con la reina enjambran y abandonan la cría infestada.
Por otra parte, se tiene constancia de poblaciones de abejas melíferas supervivientes en muchas regiones que no han sido tratadas durante años, es decir, poblaciones resistentes. Las más conocidas son las de Gotland (Suecia), Avignon (Francia) , Arnot Forest (EEUU) y Primorsky (Rusia).
¿Cómo se puede conseguir la resistencia al ácaro varroa?
Una forma de adquirir resistencia es mediante la supervivencia natural de las abejas, por ejemplo cuando los apicultores dejan de tratar con acaricidas contra varroa o en poblaciones no manejadas (bosques principalmente). Las colonias supervivientes son las que se propagan y reproducen y las que no son resistentes se mueren. En este caso la naturaleza se encarga de realizar la selección.
Por otro lado, también puede lograrse la resistencia mediante la cría selectiva, cuando un criador evalúa caracteres de resistencia a varroa pero, al mismo tiempo, también se consideran caracteres relativos al rendimiento apícola (producción de miel, mansedumbre etc.) y luego el criador decide cual de las reinas se propaga para la siguiente generación. Existen varias iniciativas de programas de selección que incluyen la resistencia a varroa entre los caracteres a seleccionar, por ejemplo, Baton Rouge Bee Lab en los EE.UU, Arista Bee Research (internacional) y Arbeitsgemeinschaft Toleranzzucht (AGT) en Alemania.
En el caso de la selección natural, es posible que las colonias que más éxito reproductivo tengan y por lo tanto las que se seleccionan sean aquellas poco productivas, agresivas y enjambradoras, pues esos caracteres no tienen ninguna relación favorable con el proceso de selección; es más, se sabe que las colonias más enjambradoras presentan menos parasitación de varroa y es muy probable que las poblaciones supervivientes sean resistentes por ser muy enjambradoras. Sin embrago, para las colonias criadas en el marco de un programa de selección, además de a la resistencia frente a varroa también se tendrán en cuenta la producción de miel y el comportamiento (agresividad, enjambrazón…) para obtener abejas deseables para los apicultores.
¿Cómo se mide la resistencia a varroa?
Dado que la supervivencia de las colonias es difícil o imposible de medir, las diferencias en los niveles de infestación de ácaros y las pruebas de rasgos de comportamiento específicos se utilizan para la reproducción selectiva de la resistencia a varroa: la Higiene de la Cría, el Reoperculado de la cría (REC) y la Reproducción Suprimida de Ácaros (SMR).
Comportamiento de higiene: es la capacidad que tienen las abejas obreras de detectar pupas muertas o dañadas y extraerlas de las celdillas. Se mide mediante la prueba del alfiler y es una prueba incluida dentro del programa de cría de ERBEL.
Reproducción Suprimida de Ácaros (SMR): el carácter viene causado por dos mecanismos hereditarios. Uno sería la detección, el desoperculado y la eliminación de la cría parasitada (VSH o comportamiento de Higiene Sensible a Varroa) y otro sería el Reoperculado (REC), donde las abejas obreras abren las celdillas parasitadas y las vuelven a cerrar sin extraer el ácaro.
La dinámica de la población de varroa: éste también es un indicador de resistencia muy importante. Se mide con la caída natural de ácaros en primavera seguido de diferentes mediciones de ácaros en abeja adulta en verano utilizando el método del azúcar glas. Las colonias con menor tasa de crecimiento de la población de ácaros son las escogidas para utilizarlas como reproductoras. Esta prueba también se incluye en el programa de cría de ERBEL.
¿Es posible seleccionar abejas resistentes a varroa?
En el estudio “Evaluation of traits for the selection of Apis mellifera for resistance against Varroa destructor” del 2020 se investiga la relación entre varios caracteres de resistencia utilizados en la selección con sus efectos en el desarrollo de los ácaros. Los resultados sugieren que la tasa de infestación de abejas en verano junto con la higiene de la cría y el reoperculado resultan ser criterios útiles y característicos para realizar selección de resistencia a varroa porque los caracteres dependen generalmente de parámetros genéticos, mientras que el SMR es menos fiable porque está muy influenciado por los efectos ambientales, hay una variación por temporada y además requiere mucho trabajo.
Por otra parte, recientemente se han publicado los resultados del mayor estudio europeo realizado en abejas hasta la fecha, EurBeST (https://eurbest.eu/). En este estudio se han comparado por un lado poblaciones de abejas con ciertos caracteres resistentes a varroa, incluidas algunas poblaciones seleccionadas de forma natural, y también poblaciones provenientes de programas de selección que incluyen los rasgos de resistencia relevantes, como la Higiene Sensible a Varroa (VSH), la Reproducción Suprimida de Ácaros (SMR) y el Reoperculado (REC), la utilización de herramientas genéticas moleculares para mejorar las pruebas de rendimiento, la estimación del valores de cría y el mantenimiento de estaciones de apareamiento e inseminación artificial, y por otro lado las colonias de los propios apicultores que han participado en los estudios de caso en siete países. Para ver las conclusiones del estudio conviene visitar la página web, pues además de la resistencia a varroa se tratan temas como el mercado de material vivo europeo, los costos de la producción de reinas y de los costos de los programas de cría.
Las conclusiones principales del estudio son:
- La cría selectiva es eficiente para mejorar la productividad, reducir las pérdidas de colonias y mejorar la salud de las abejas.
- El trabajar con poblaciones bien seleccionadas es un factor de éxito económico en la apicultura comercial.
- Hay que establecer estructuras de cría regionales:
- El rendimiento y el comportamiento, incluida la resistencia a varroa, dependen en gran medida a la adaptación local.
- No existe la mejor abeja para todas partes.
- La selección en resistencia funciona pero es costoso. Necesidad de fondos públicos.
- Hay que mejorar el mercado de reinas: calidad, precios y selección.
En vista de los resultados de los últimos años en materia de selección y viendo las grandes pérdidas originadas por varroa, desde ERBEL creemos que ha llegado el momento de multiplicar esfuerzos para comenzar a seleccionar una población local con caracteres de resistencia a varroa. Es una inversión necesaria para el futuro de nuestra apicultura.